No me considero una persona mística, y para ser completamente honesta, no tengo la más mínima idea, que chanfles involucra realmente ser una persona “mística”.
Todo aquello que pueda palpar, sentir y comprobar es lo que a MI, Vale Papandrea, AKA Papiña, me da seguridad, por ende, es lo que me ha servido realmente para medir mi evolución y como dice Peter Drucker, “Lo que no se mide, no se controla y lo que no se controla, no puede mejorar”.
Por años me he dedicado a estudiar y poner en práctica las teorías, hipótesis, estudios e investigaciones sobre la paz mental y la felicidad realizados por los científicos occidentales y por los filósofos orientales más importantes de nuestra historia. Esto es lo que normalmente les enseño a mis alumnos, lo que promuevo en mi comunidad y aunque NUNCA niego mi experiencia con la marihuana, ayahuasca y la micro dosis de hongos, tuve dudas en hacerlas públicas. Pero creo que estaría siendo un poco hipócrita e inclusive irresponsable, al no contar también cómo es que estas plantas ayudaron con mi evolución.
Ojo, si nunca has experimentado con plantas, esta no es una invitación, esta es mi experiencia y no a todos le va igual con estas plantas mágicas.
Quizá debería hacer un paréntesis para comentarles que recién a los 36 años probé marihuana por primera vez ever, aunque estoy segura que a los 17 años me pegue una horneadasa mundial en un Road Trip por Costa Rica, asimismo no fue hasta después de empezar a meditar de una manera constante y estratégica que experimente con Ayahuasca, y por último, fue únicamente cuando realmente comprendí mi relación y conexión con la naturaleza ,así como la manera más adecuada de crear neuro plasticidad, que experimente con la micro dosis.
Como les comentaba, esto no es una invitación a probar algo, es simplemente mi historia, y si algo sacan de este artículo con respecto a la experimentación o al consumo de psicodélicos, espero realmente que sea: ESPERA EL MOMENTO INDICADO, ESPERA A ESTAR LISTO, NO ES ALGO DE TODOS LOS DÍAS y USE IT WISELY.
Mi vida era un perpetuo zigzag de emociones placenteras y decepciones penetrantes, llegue a asumir que de esto se trataba la vida, una montaña rusa de emociones, la estabilidad no existía en mi mundo, al punto que ya no podía ni disfrutar de las alegrías, puesto que esperaba triste y ansiosamente el llegar de la penumbra, la cual nunca me decepcionaba y llegaba justo a tiempo. Cada vez los momentos felices eran menores y los golpes más fuertes, yo quien nació con un brillo propio, yo quien su risa de Kitty Forman podía elevar a quien sea, se apagaba poco a poco.
Empecé a vivir con rapidez, pues buscaba encontrar en el pasar rápido de los minutos Joyfull moments, decidía apagar el fuego nocturno de las tristezas con manguerazos de Nightquil, pues en mi ingenuo mundo el alcohol y las “drogas” eran para perdedores. Mientras más estructuraba mi mundo externo, mientras más rígida e intolerante era con las debilidades de los demás, mientras más buscaba él porque del dolor del mundo, más me consumía por dentro.
Hasta que las conocí, mi vida dio un giro volátil, baje de aquella montaña rusa para subir a la rueda de la fortuna dando círculos virtuosos de esplendor, y si bien es cierto, el zigzag de las circunstancias y de la vida continua, hoy la manera en que enfrento la vida es otra.
Hoy vuelvo a brillar, aquella niña que nació con un fuego voraz me sonríe, agradece mi despertar y hasta se permite salir nuevamente a jugar.
Hoy nada ni nadie me derrumban y si la vida acabara mañana, todo habría valido la pena.
Hoy pierdo la vergüenza de una manera coherente, mis carcajadas vuelven a resonar en los corazones de quienes me rodean.
Hoy sé que la mejor manera de salvar el mundo es a través de mi propio bienestar.
Hoy no pierdo el tiempo tratando de salvar a quien no quiere ser salvado y encuentro amor puro y verdadero en los corazones de los extraños.
Hoy agradezco tanto mi pasado como mi presente, miro atrás y entiendo a la perfección los poemas de Kahlil Gibran por lo que amo aquel hueco que antes yacía dentro de mí, aquel hueco que fue cavado por mi dolor y hoy está repleto con mis alegrías.
Y ya sé lo que estás pensando… ¡Seguro estás high todo el día!, pues no mi brother, no mi hermana, si fuera así, mi historia seria otra. Así como esto, no es una invitación a probar las plantas, tampoco es una invitación a vivir bajo su influencia de una manera perpetua, pues perderías sensibilidad y con esto su magia y beneficios se esfumarían.
¿Cómo es que todo empezó?
Hoy, viéndolo con perspectiva, a pesar del rechazo y criticismo que antes tenía ante las personas que “se drogaban”, siempre tuve una relación fuerte con el universo y por adherencia con las plantas, al punto que mi inconsciencia no me permitió probarlas hasta que yo no fuera digna de ellas.
Cada planta, así como cada persona es distinta y cada una me enseño y me continúa enseñando cosas completamente diferentes, es por esto que con cada una tengo una relación única y distinta. Lo que sí, puedo decir es que en este romance fueron ellas las que dieron el primer paso, fueron ellas las que me llamaron y me invitaron a su mundo y por respeto a ellas, hablare de cada una y de sus enseñanzas en distintos artículos.
Hoy les contare de mi primera llamada.
Recuerdo la primera vez que alguien me ofreció un porro y cómo lo evadí con inteligencia, recuerdo cuando pensaba, que rico hueles guey pero aún no, no es el momento. Recuerdo cuando me decía a mí misma, si lo pruebo hoy la voy a cagar, aún tengo mucho por aprender. A los 32, unos meses antes de volver a la tierra que me vio nacer, la primera planta comenzó a llamarme. Sin embargo, por acontecimientos externos que no vienen al caso, pasaron 4 años más antes de atender este llamado, antes de probar marihuana por primera vez… fue amor a primera estoneada, por primera vez en mucho tiempo sentí como si nada me faltara, me sentí plena, tuve una perspectiva clara en cuanto a cómo aspiraba sentirme every day of my life.
Esta no era una sensación nueva en mí, simplemente la había perdido en el camino, en este estado mental, no solo no me faltaba nada… pero adicional, no había miedos ni ansiedad, y no estaba ocultándolo detrás de algún deporte o de alguna reunión, película, compra, yates, viajes, negocios o sexo. Esta vez nada externo estaba tomando mi atención… Éramos solo ella, el momento presente y yo.
Estarás pensando… ehhh pues si Valeria, de eso se trata “el weed”, vaya descubrimiento el que has hecho. Así que para explicarte como este fue el comienzo de Un Corazón Pleno, hago un paréntesis para comentarles algo.
Los estudios en cuanto al éxito y el triunfo nos dicen que una de las razones principales por las cuales las personas no triunfan, es porque no recuerdan o porque no saben cómo se siente el triunfo. Ya me vas entendiendo, ¿Verdad?, Igual continuo, es mucho más fácil llegar a un lugar, si sabes donde está y cómo se ve, da muchas más ganas de luchar y esforzarte por un sentimiento, por una emoción y por un estado mental, cuando ya lo probaste y simplemente: te APASIONÓ.
Y era ese estado mental el que yo no solo quería para mí. Entre estoneadas y estoneadas recordé, que este es el estado emocional que desde niña quería para el mundo. Cada vez que veía a alguien sufrir, cada vez que veía un viejito en la calle solo, cuando veía guerras, hambre y dolor. Recordé que esta sensación, que ya alguna vez había sentido sobria, era lo que quería para el mundo, también entendí porque tantas personas fuman y no pueden parar, lo que me hizo preguntarme ¿Por qué no más personas fuman? ¿Por qué aquellos que fuman todos los días no son más felices y exitosos? Pronto lo descubrí.
No negare, que por un momento me obsesione, usaba la marihuana tanto como Gus Portokalos usaba el windex, cualquier excusa era buena para prenderme un troncho, salir de mi realidad y volar por unas cuantas horas hacia mi ZONA IDEAL, pero todo es una enseñanza, y fue así que me di cuenta que ser un pothead no era mi camino y que mientras más seguido la usaba… más perdía su magia.
Pero ya me había metido el bichito, esta planta sanadora ya me había recordado en carne, mente y alma propia como quería sentirme todos los friking días, me recordó cómo se sentía la plenitud y fue paradójicamente entre tronchos que tuve otra Epifanía: no busques fuera lo que ya está en ti, juro que pude escuchar a Yoda susurrando The Force is Strong with this one.
Y si alguna vez has fumado, podrás estar de acuerdo que mientras estas stone, visualizaciones como esta suenan como la Epifanía del siglo, pero ¿Cómo le das sentido a tus súper ideas, cuando regresas a tu realidad?
Y fue así como una nueva búsqueda comenzó, no fue fácil en lo absoluto, de hecho, ha sido de las cosas más difíciles que he podido hacer, me tropecé, me levante, busque nuevamente y finalmente encontré la respuesta o mejor dicho las respuestas, porque nada extraordinario se debe a un solo acontecimiento, pero de TODO mi proceso no hablaremos hoy.
La marihuana abrió mi mente a sabidurías y prácticas distintas y estas experiencias ampliaron mi perspectiva, me dieron claridad, me re conectaron con mi identidad y gracias a esta, con el amor propio y la compasión.
Estos nuevos hábitos, al contrario de mi plantita hermosa, mientras mas los practicaba mejor funcionaba su magia y más me acercaba a aquella plenitud que buscaba. Y así cambio mi mente, mi mente cambio mis acciones y mis acciones reformaron mi vida.
Hoy cuando fumo, lo hago por elección y no por costumbre o necesidad, mientras mas tiempo pasa entre troncho y troncho más maravillosa es su magia, más conecto con las personas y sobre todo conmigo misma. Mientras más tiempo pasa entre troncho y troncho más desbloquea mi creatividad, no solo mientras fumo, pero en los días venideros, pues como les comenté en un principio, me enseña cosas e ideas nuevas y como diría Oliver Wendell, “Una mente que alcanza una nueva idea, no vuelve nunca a su dimensión original”.
Pues si mi brother, pues si mi hermana, esta no es una invitación a romperte la boca y mucho menos a que te vuelvas un pothead en lo absoluto, si algo quisiera que te lleves, es una perspectiva distinta a la que normalmente se le da a esta hierba maravillosa, esta es una invitación a que la respetes para que te respete.
Si eres de aquellos que como mi antigua yo, fuma de manera continua, permítele ayudarte pero que no te controle, permítele expandir tu mente, mas no apodarse de ella, identifica aquello que amas de ella, identifica aquello que te hace tan bien, aquello que te da y que no puedes ni quieres dejar.
Identifícalo y hazlo tu objetivo, identifícalo para luego buscarlo de manera sana y sin dependencias; pide ayuda, busca herramientas, lee, edúcate y busca profesionales que te guíen hacia esa sensación de plenitud que tanto anhelas, a esa sensación que hoy crees que únicamente te puede dar la hierba, a esa sensación que es tu derecho como ser humano.
Por experiencia te digo, las plantas son aliados y maestros, pero no están aquí para que dependas de ellas, están aquí para enseñarte lo que ya está dentro de ti, sácale el provecho que únicamente se puede conseguir al hacerlo con medida y con sabiduría.
Brother, hermana...toda la fuerza que necesitas ya está dentro de ti.