Nadie conoce mejor que uno mismo su propia historia.
Sin embargo, escribir quien soy y que hago aquí, es mucho más difícil de lo que pensé.
Si estuvieras frente a mí, si me contaras tus dudas, miedos y metas, sería más fácil para mi, mirarte a los ojos y con empatía contarte aquella parte de mi historia, con la que más te identificarías, aquella parte de mi historia que más optimismo y esperanza te daría.
Si estuviéramos frente a frente, podría ver con mayor claridad todas las maneras en las cuales estamos conectados.
Podría contarte, tal cual como le cuento a mis seres más cercanos, toda mi historia con honestidad y sin pelos en la lengua.
Si pudiera verte frente a frente, podría ver en tus ojos que tú también, al igual que yo años atrás, estas listo para un cambio, para un respiro, para finalmente salir de tu dolor.
Podría ver que mueres de ganas de transformarte, de alcanzar tu máximo potencial y desde ahí crear una vida INCREIBLE, ALUCINANTE y MARAVILLOSA.
Si te tuviera aquí al frente, podría ver en tus ojos el poder gigantesco que está dentro de ti, esa fuerza con la cual tomaras el mundo por los cuernos y lo domaras como un verdadero maestro.
Inclusive, podría ver a través de cualquier mascara que tú también, al igual que mi antigua yo, has perdido el camino, has perdido tu espíritu y quizás hasta tus sueños.
Pues si, estuvieras aquí sería fácil contarte mi historia, mirarte a los ojos y decirte con empatía, sinceridad e incluso con un poco de euforia, que yo también he estado ahí:
- Yo también me he sentido perdida, vacía, cansada y hasta harta de la vida.
- Yo también he sentido el inmenso potencial que tengo yéndose por la borda y escapándose de mis manos.
- Yo también me he sentido como un fraude y me he sentido fracasada.
- Yo también no he tenido nada.
- Yo también lo he tenido todo y no lo he sabido disfrutar ni aprovechar.
- Yo también lo he perdido todo en un abrir y cerrar de ojos.
- Yo también me he caído, sufrido y tenido ganas de renunciar.
No brother, no hermana, no es nada fácil escribirte y conectar contigo a través de un teclado.
E imagino, que es aún más difícil para ti inspirarte de mi historia sin que puedas ver realmente mí antes y mi después.
Sin que puedas ver el crecimiento gigantesco que he tenido, sin que puedas ver, cómo sufría antes y cómo disfruto hoy de cada instante de mi vida.
¿Cómo creer en mis triunfos, si no puedes ver hoy dónde ni como vivo, si no puedes sentir el amor que me rodea?, ¿Cómo podrías tu creer en mi transformación si no puedes ver mi sonrisa ni escuchar mis carcajadas?.
¿Cómo podrías entender la plenitud, la abundancia y el brillo que ilumina tanto mi vida personal como la profesional a través de estas simples palabras?
Pues no, no es nada fácil explicarte sin mirarte a los ojos que no ha sido, ni suerte ni obra de una fuerza superior el que hoy yo sienta que lo tengo todo.
Lo que si te puedo contar, es que todo empezó con un deseo gigante, que hasta hoy mantengo, y se ha vuelto mi propósito de vida.
Un deseo que yo quería para el mundo pero que yo no reflejaba en mi propia vida.
Paz, tranquilidad, plenitud, abundancia y felicidad
Te puedo contar también que fueron las siguientes palabras, las que me dieron claridad e impulsaron mi propio crecimiento personal:
“Se el cambio que quieres ver en el mundo”
Hoy cumpliendo con mi promesa a Gandhi, mi objetivo es ser tan feliz en esta vida que la repetiría mil veces.
Hoy mi propósito es inculcar este objetivo en ti y guiarte hasta que lo alcances.
Hoy e restructurado mi rubro, he creado este espacio, he apostado e invertido todo para dedicar mi vida a traer felicidad al mundo a través de la educación y a una guía practica.
Espero aprecies todo el esfuerzo, mis años de estudio, la ciencia que pongo en tus manos, mi corazón abierto y todas las experiencias que te iré contando a través de mi trabajo.